Guerra contra la sal

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un máximo de 2.000 mg de sal diarios, pero en EE.UU. han ido más lejos y recomiendan un consumo menor a 1.500 miligramos diarios con el fin de disminuir el riesgo de presión arterial alta y de sufrir una enfermedad cardiovascular. En España, se calcula que el consumo medio de sal es más del doble de la cantidad recomendada por la OMS , y se estima que más del 80% de la población consume más sal de la aconsejada. Se sabe que la reducción del consumo de sal es una de las formas más sencillas, eficaces y coste-efectivas de reducir la prevalencia actual de las enfermedades cardiovasculares y, por estas razones, se ha convertido en una prioridad para las autoridades de salud pública.

Porque, según un informe publicado en Circulation, el consumo elevado de sal tuvo la culpa de 2,3 millones de muertes por ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares cerebrales y otras patologías relacionadas con el corazón en todo el mundo en 2010, lo que representa el 15 por ciento de todas las muertes por estas causas.

Estudio enfermedades 2010

El trabajo ha analizado un total 247 encuestas sobre el consumo de sodio entre la población adulta realizadas en diferentes países entre 1990 y 2010 como parte del Estudio de la Carga Mundial de las enfermedades en 2010, una investigación internacional de colaboración de 488 científicos de 303 instituciones de 50 países de todo el mundo.

A continuación los investigadores, coordinados por el Hospital Brigham and Women’s de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EE.UU), determinaron cómo la ingesta de sal afecta al riesgo de enfermedad cardiovascular; en concreto cómo afectaba el riesgo de hipertensión arterial.

Los resultados son elocuentes: casi 1 millón de estas muertes (40%), fueron prematuras (en personas de 69 años o menos), con un 60% de las muertes en hombres y un 40% en mujeres. Los mayores asesinos fueron el infarto (42%) y los accidentes cerebrovasculares (415). Otro dato, aunque no inesperado, es que el 84% se produjeron en los países de bajos y medianos ingresos.

Entre los 30 países más grandes del mundo, los que tienen las más altas tasas de mortalidad (por cada millón de adultos) debido a un consumo excesivo de sal son: Ucrania (2.109), Rusia (1.803) y Egipto (836), frente a Qatar (73), Kenia (78) y Emiratos Árabes (134), que son los que menos.

Para el coordinador del trabajo, Dariush Mozaffarian, «medidas públicas nacionales y mundiales de salud, como programas integrales de reducción de sodio, podrían salvar millones de vidas».

Artículo: www.abc.es

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