La Diputación de León y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de León firmarán en noviembre un convenio para iniciar la implantación este mismo mes de la receta electrónica en las zonas rurales de la provincia.
El presidente de la institución provincial, Juan Martínez Majo, abordó este asunto en un reciente encuentro con los representantes de la entidad colegial, en la que se analizaron las repercusiones de este nuevo modelo de receta que, según Majo, facilitará que las personas que viven en las diferentes localidades de la provincia no tengan que desplazarse fuera de sus lugares de residencia para realizar este tipo de gestiones.
Los farmacéuticos tuvieron la oportunidad de trasladarle al presidente de la institución provincial algunos problemas, en especial de tipo económico, que generará la implantación del nuevo sistema, por lo que se analizarán y cuantificarán las necesidades de las farmacias ubicadas en los núcleos rurales más pequeños de la provincia y con menores ingresos, para poder llevar a cabo este acuerdo.
Según Majo, de la misma forma que es necesario contar con servicios médicos que atiendan a la población rural y los centros de salud son infraestructuras “básicas” por las que se apuesta desde la Diputación de León, los leoneses que viven en los pueblos necesitan las farmacias. La labor que se realiza por parte de estos profesionales “no es meramente la de dispensar medicamentos, sino que también se basa en el asesoramiento” que necesitan en muchas ocasiones estas personas.
El funcionamiento
El trámite será el siguiente: el médico tecleará en su ordenador la prescripción de medicamentos; el paciente irá sin ningún papel a cualquier farmacia y allí recibirá sus medicinas.
La ventaja más importante es que la receta electrónica facilita el trabajo a los médicos. En la pantalla del ordenador aparecerá el historial completo del paciente, por lo que conocerá con exactitud qué medicamentos ha tomado y cuándo lo ha hecho. De esta forma, el medicamento prescrito estará adaptado a las costumbres del paciente.
Se desliga además al médico de la función económico administrativa del trámite de la receta médica; además se favorece el desarrollo de los Programas de Uso Racional del Medicamento.
El ahorro de papel es sólo uno de los beneficios del sistema. La receta electrónica también servirá para desatascar, parte, el colapso de los centros médicos. Se evita que los pacientes tengan que acudir a su centro sanitario sólo para retirar recetas y se agiliza el trámite de visado de recetas; se evita que el paciente tenga que pedir hora con el médico para ese trámite.
Un beneficio añadido es que se podrá saber exactamente qué transacciones se producen entre unas comunidades y otras; es decir, se conocerá el número de casos en los que se prescribe la medicina en un lugar y se compra en una farmacia de otra comunidad.
