Los médicos son los trabajadores hospitalarios que menos fuman

La Red Catalana de Hospitales sin Humo se creó en el año 2000 con el objetivo de, entre otras medidas, implementar programas para dejar de fumar entre sus pacientes y trabajadores. Ahora, un estudio elaborado por la Unidad de Control del Tabaco del Institut Català d’Oncologia que publica este mes la revista Gaceta Sanitaria ha analizado el consumo de tabaco entre los empleados de los 45 hospitales que conforman esta red.

Después de entrevistar a 7.723 representantes de los diferentes colectivos que forman parte de todo centro hospitalario entre 2009 y 2012, los resultados muestran que la cifra de fumadores es del 28%, por debajo del 34,5% de la población general en edad laboral.

Los resultados muestran que la cifra de médicos fumadores es del 28%, por debajo del 34,5% de la población general en edad laboral

El estudio, sin embargo, detecta diferencias significativas entre los diferentes colectivos. Los médicos son los profesionales hospitalarios que menos fuman (16,4%), seguidos del personal de enfermería (25,4%), mientras que los auxiliares de enfermería representan el colectivo de trabajadores de un hospital que más fuma (36,6%), seguidos del personal administrativo (29,2%) y otros trabajadores (31,7%).

A pesar de que la investigación ha analizado diferentes tipos de variables, finalmente los resultados no muestran diferencias significativas según el tiempo de pertenencia de cada hospital a la Red Catalana de Hospitales sin Humo, según el tamaño o el nivel asistencial de cada centro o si este dispone de programas de deshabituación tabáquica para sus empleados.

Políticas de control del tabaquismo

Estos resultados llegan casi 20 años después del último estudio realizado en España sobre consumo de tabaco en profesionales sanitarios. Entonces, en 1998, el porcentaje era del 38,9%. En Cataluña, donde se dispone de una serie de encuestas transversales, se observó que en 20 años el colectivo médico disminuyó su consumo de forma relevante del 52,8% en 1982 al 24,5% en 2002. Este trabajo es el único que ofrece datos recientes sobre el consumo de tabaco en la totalidad de los trabajadores hospitalarios.

La detección de grupos de riesgo, en este caso el del personal administrativo y el de auxiliares de enfermería, es imprescindible para evaluar la eficacia de las políticas de control del tabaquismo en los hospitales.

“Deberían ofrecerse intervenciones dirigidas a disminuir la prevalencia de consumo de tabaco entre el personal no sanitario de los hospitales, tales como ofrecer formación, facilitar programas de ayuda a la deshabituación e incentivar el rol ejemplar de estos trabajadores como integrantes de una organización modélica sin tabaco”, señalan los autores de esta investigación.

Imagen: Fotolia

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